Autor: Alejandro Oliveros[1]
Quizás sea más conveniente no pensar la Transformación Digital (TD) como algo que mediante una definición permita establecer qué cosa debe considerarse parte de ella o no. Cada proveedor de Tecnología de la Información y Comunicaciones (TIC) arranca sus promociones con una “definición”, esto habla de la imprecisión predominante. Una forma que puede ser más práctica, es pensar la TD como un proceso de transformación del negocio con fuerte consideración de un paraguas de utilización de variadas tecnologías. La TD no es un tema tecnológico, la palabra clave es Transformación, estamos hablando de transformar el negocio y siempre es más complicado la trasformación que la tecnología.
Es una transformación especial en la que no se trata de hacer lo actual con mejor calidad, más cantidad o menores costos como se hizo en otros momentos, ahora se trata de diseñar la organización para el futuro. En eso lo que manda es la estrategia del negocio: las empresas no necesitan una estrategia de Inteligencia Artificial, necesitan una estrategia de negocio que tenga en cuenta la amplia variedad de tecnologías a las que puede acceder. A partir de ese diseño organizacional definirá la estrategia tecnológica y con ella decidirá, por ejemplo, si incorpora o no la Inteligencia Artificial.
La novedad de la TD no reside en las nuevas tecnologías, sino en la utilización e integración de las tecnologías al servicio del negocio. Esa es la guía clave de incorporación: ¿qué aporta al negocio?
Todas las empresas serán impactadas en el algún momento por la TD, un ejemplo es el caso del modelo de negocio que utilizó Uber, aunque no es solo aplicable al transporte de personas ha impactado fuertemente en ese negocio. Un dato para cuantificar: antes de Uber comprar una licencia de conductor de taxis es la ciudad de New York requería un millón de dólares, hace un par de años el valor no alcanzaba a los 250.000 dólares. El impacto ha sido la reducción drástica de la participación en el mercado del modelo tradicional de transporte de personas en ciudades.
El impacto en las PyMEs puede analizarse a partir de la posición que ocupa en la cadena de valor a la que está integrada revisar un par de casos puede ser útil. Si se trata de un negocio minorista de venta al público con negocio a la calle, el modelo de compra digital es un aspecto a considerar. En este modelo el cliente compra desde su casa, le traen el producto y paga sin movilizarse con efectivo, pero este es el caso de los supermercados con lo que el concepto de “negocio de proximidad” se relativiza mucho porque el supermercado y el negocio están a la distancia de un teclado de computadora. Esto remite a lo dicho más arriba: ¿cómo debe ser la estrategia de negocio de proximidad para poder diferenciar el uso de la tecnología de la del supermercado?, ¿en qué contexto de negocio selecciono e inserto la tecnología?.
Con la compra digital no es posible, como en la compra presencial, que el cliente pide algo y se mirá la estantería para verificar si hay o no disponibilidad. Se requiere tener el inventario digitalizado, en un archivo residente en una computadora. Eso requiere códigos de los productos, procedimientos de registro de los ingresos y egresos, procedimientos de compras, etc. La TD requiere un plan de cambios de procesos a todo nivel de la organización. Además, si se vende digital empieza a disponerse de información de las compras de los clientes: se vuelve al conocimiento personalizado del cliente, pero en lugar de confiar en la memoria de los vendedores, se dispone de un registro digital de esa historia y permite cultivar y desarrollar a ese cliente, para lo que hay tecnologías disponibles y accesibles. Vale decir, la TD impone cambios en los procesos para utilizar la tecnología que se pretende y abre posibilidades nuevas del negocio sobre la base de otras tecnologías. Esto no es muy novedoso, pero lo novedoso reside en la enorme disponibilidad de tecnologías existente y sus posibilidades de integración.
Otro caso es el de un negocio inserto en la cadena de valor de una gran empresa, como sería el caso de un proveedor de la industria automotriz o de supermercados. En este caso la tecnología vendrá impuesta por el modelo de negocios de la empresa principal, esto requiere cautela porque la imposición tecnológica puede formar parte de una estrategia de negocios de la gran empresa para asegurarse la plena subordinación de sus proveedores. Tradicionalmente esto se hacía por otras vías, tales como formas de pago, lugares de entrega, cuotas mínimas de provisión, etc. lo nuevo es que la variedad de TICs disponibles incorpora una nueva herramienta para este proceso de subordinación del pequeño proveedor a la gran empresa.
En ambos casos el centro de la decisión empresaria es la estrategia de negocios, pero con una consideración muy especial de las tecnologías disponibles lo que requiere una fuerte interacción entre la visión de negocio y las herramientas disponibles. La consideración de apelar a la TD para el diseño de la estrategia del negocio futuro es crucial.
En la formación de profesionales es muy importante distinguir lo esencial de lo accesorio porque cuando se toma una decisión de contenidos los efectos en los estudiantes se manifiestan a mediano plazo y si se atiende a lo accesorio se corre el riesgo de que el egresado en el momento de madurez profesional solo maneje tecnologías obsoletas. La carrera Ingeniería en Computación, de UNTREF, enfatiza que los egresados dominen las tecnologías vigentes y las emergentes, así como los fundamentos de esas tecnologías que son los que le permitirán evolucionar para poder trabajar con las tecnologías que aparezcan. Una carrera del amplio campo de la informática, debe estar orientada al futuro y de eso se trata la Transformación Digital.
[1] Se desempeñó como Director de Sistemas en empresas industriales y de servicios (Aluar-Kicsa, APS, Banco República), fue Presidente y Director de Investigaciones y Consultoría de IDC (empresa de Investigación del Mercado de TIC) para la región Cono Sur. Dirigió proyectos para el BIRF-Ministerio de Ciencia y Tecnología en el área de Prospectiva de TIC. Previamente desempeñó funciones de gestión de TIC en Alpargatas, SADE, Data Proceso. Se desempeñó en diversas universidades de la Argentina y en particular en la Maestría en Ingeniería de Software de la Universidad de La Plata fue profesor titular por más de 20 años. Posee publicaciones científicas en eventos nacionales e internacionales y en revistas académicas. Es socio de IEEE-Computer Society, ACM y SADIO, entidad en la que desempeñó los máximos cargos directivos. Actualmente es profesor en la Universidad de Tres de Febrero y Coordinador de la carrera de Ingeniería en Computación.
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