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Los empresarios Faustino Rodríguez y Pablo Gómez fueron designados asesores de la UNTREF

Actualizado: 28 ago 2023

Ambos son directivos de PyMES de la región y tienen un fuerte vínculo con el CIDEM, donde colaboran en proyectos relacionados a la asociatividad y el desarrollo empresarial.



El Rectorado de la Universidad Nacional de Tres de Febrero designó a los empresarios Faustino Rodríguez y Pablo Gómez como asesores en materia de asociatividad y de desarrollo empresarial, dos áreas en las que vienen trabajando junto al Centro de Innovación y Desarrollo de Empresas y Organizaciones (CIDEM) desde hace años.


Rodríguez, quien conduce la empresa especializada en herrajes y complementos para muebles Global EMR, es también director del consorcio DIPAT (Distrito Industrial Patagonia C.C.) que reúne a 25 PyMES de ese sector y que, entre otros hitos, logró instalar un centro de distribución en Bolivia. Con el correr del tiempo, Faustino se convirtió en un referente zonal del modelo asociativo.


Como cuenta, la primera vez que lo convocaron desde la UNTREF fue para colaborar en un proyecto asociativo de carácter público-privado que consistía en crear y darle impulso a un centro de servicios de diseño y prototipado y de investigaciones de mercado para desarrollar productos a demanda de las empresas de la región. "En ese proyecto se plantearon ideas muy interesantes y de alguna manera fue el germen de lo que hoy es el nuevo Laboratorio de Innovación que funciona en la sede Aromos”, apunta.


Hace cinco años, la universidad lo llamó para otra propuesta: conformar un grupo asociativo empresario con diferentes objetivos. Así, surgió la Red de Empresario para el Desarrollo (RED) que cofundaron junto a Pablo Gómez y otros colegas, y que hoy trabaja codo a codo con el CIDEM organizando mesas de trabajo, capacitaciones y encuentros con emprendedores. Faustino también fue una pieza clave para la puesta en marcha del Foro Multisectorial para el Desarrollo Productivo, una iniciativa que lanzó el centro universitario en el contexto de la pandemia. De esa experiencia surgió el proyecto del clúster de alimentos CIAL, en el que Rodríguez participa activamente.


“La asociatividad es ideal para las PyMES porque pueden obtener recursos que solas no podrían. Tampoco son recursos que los puedan lograr a través de cámaras empresarias, ese es otro esquema. Con el modelo asociativo se plantean necesidades específicas de cada una de las empresas con soluciones propias para esas empresas, sin costo o a veces con costos muy bajos. Accedés a asesorías profesionales, en lo comercial te permite tener un catálogo mucho más amplio. Tanto para el mercado interno como para las exportaciones te da la posibilidad de abrir nuevos canales y otros modelos de negocios, y tenés más llegada a los organismos oficiales. Es un modelo que además te vincula al territorio, con el que podés mejorar la calidad del empleo y los costos de las materias primas. Con la asociatividad se consigue todo eso porque la inversión se reparte entre varios”, enumera Rodríguez sobre este paradigma que defiende a capa y espada.


Respecto a su designación en la universidad dijo estar muy contento. “Creo que es un reconocimiento a ese trabajo que uno viene haciendo desde la pasión. Sin mencionar el prestigio que representa que te lo de una universidad pública como la UNTREF. Lo recibo como algo muy genuino y muy gratificante”, asegura.



Y agrega que el vínculo que mantiene la universidad con los empresarios PyMES es único, especialmente en lo que hace a la oferta formativa. “Hay que destacar que el CIDEM tiene una apertura para estas cosas que no tienen otras universidades. No es fácil trabajar de esta manera, con este nivel de desempeño de adaptar los cursos a las demandas de las PyMES, desinteresadamente. Si nosotros tuviésemos la posibilidad de hacer un reconocimiento al CIDEM y la universidad como hicieron con Pablo y conmigo, lo haríamos dos veces”, remarca.


Por su parte, Pablo Gómez es un joven empresario que en muy poco tiempo se convirtió en socio gerente de seis firmas que se dedican a rubros muy diferentes entre sí: Almar (mesas de ping pong), Miler (iluminación), Bikey (bazar y librería), Dromel (importadora), Wallace (indumentaria) y Multilistas (software). Según Gómez, esa versatilidad y facilidad para armar nuevos proyectos se basa en una visión particular que tiene sobre cómo encarar la actividad empresarial.


“Yo empiezo a entender que mi trabajo estaba de la puerta de la fábrica para afuera, o de la puerta de mi negocio para afuera. Entonces comienzo a salir, al punto que adopté como estilo de vida esto de estar todas las semanas visitando clientes y proveedores, o muchas veces posibles clientes y proveedores, dedicados también a cosas muy diversas. Esa característica sin querer la llevé al CIDEM y me convertí en un vinculador, en un nexo entre la universidad y las empresas”.


Al igual que Faustino, Pablo recalca que su paso por el CIDEM cambió radicalmente su manera de pensar. “Todas las empresas tienen un fin que es económico pero trabajar con el CIDEM me hizo ver que hay otras búsquedas. Soy un producto del CIDEM y eso hace que yo todo el tiempo esté intentando que las empresas lo conozcan, porque veo que funcionó tan bien en mí que quiero que otros lo aprovechen. Cuando me encuentro con empresarios estresados, llenos de tareas corporativas y sin tiempo para su familia, los llevo de la mano a la universidad y les digo: el camino del desarrollo es por acá, es la profesionalización constante, es la vinculación permanente”, agrega.


En su rol de vinculador, Gómez fue el que motorizó una iniciativa bastante novedosa para la zona a la que bautizaron “Tanque de ideas”, un espacio en el que los emprendedores con proyectos en desarrollo se encuentran con empresarios bajo la premisa de generar posibles colaboraciones. Hoy ya va por su cuarta edición y muchos de los emprendimiento que participaron lograron una proyección que de otro modo no hubiesen tenido.


“Ahí es como ir a las canteras a ver cuáles son las futuras empresas que se van a relacionar con la universidad, que son los casos de los emprendedores. El Tanque es básicamente lo mismo, es vinculación, es el desarrollo empresarial pero en una instancia anterior”, suma Pablo.


Desde su experiencia, señala que cuanto más una empresa se abra a las nuevas tendencias, mejores resultados habrá para todos.


“Las empresas que a mí me toca dirigir tienen una concepción moderna de cómo llevarlas adelante. Tenemos una mirada muy fuerte en todo lo que tiene que ver con la sustentabilidad, con la gestión de residuos y con el aprovechamiento de las herramientas digitales. También ponemos mucho el foco en la generación de empleo, siempre estamos monitoreando si estas empresas van a brindar un rol social que es la de dar trabajo y darlo, quizás, de mayor calidad. Le prestamos mucha atención a la capacitación de la gente. Hay una concepción global donde obviamente tenés que ser rentable pero no es el único objetivo, también creemos mucho en el crecimiento de las personas. No nos gusta este formato donde la gente lo único que hace es trabajar para alimentar a su familia, creemos que el trabajo nos convierte en mejores personas. Eso es lo que trato de promover desde el CIDEM”, apunta.



Gómez también manifiesta una gran alegría por el nombramiento de UNTREF. “Para mí es un orgullo enorme, un acontecimiento que compartí con toda mi familia, sobre todo en mi caso que no tengo una formación académica. Al mismo tiempo es una motivación y un combustible, porque te confirma que lo que hacemos va por buen camino y le sirve a mucha gente”.



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