Entre los productos que Argentina importa del país asiático, muchos son bienes tecnológicos que son claves para el funcionamiento de nuestras empresas. Un caso particular es el de la PyME porteña JPS Argentina, que trabaja con instrumentación y software chinos para evitar fallas en equipos de alta criticidad.
“Son tecnologías que acá no se fabrican. Complementan, ayudan, son bienes para la industria, para fabricar más”, indica el director de JPS Argentina, Mariano Mofsovich, sobre la instrumentación y software chinos que utilizan a la hora de atender los requerimientos en confiabilidad industrial que tienen grandes clientes como Pan American Energy, YPF, TOTAL, Cargil, Unilever y Siderar.
Su empresa, ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, trabaja desde hace años con dos proveedores del país asiático: Guide Infrared, con sede en Wuhan y dedicada a la fabricación de cámaras termográficas (que traducen a imágenes la temperatura de los equipos) y Ronds, afincada en Anhui y especializada en sensores para la medición, control y diagnóstico de vibraciones.
“En tecnología de termografía no hay fabricantes nacionales. Es un trabajo a partir del silicio, que en Argentina no existe. En vibraciones lo que tenemos acá es un ensamblado de componentes electrónicos que se importan, aunque los fabricantes son solo tres o cuatro en el mundo. Lo que pasa con la tecnología china es que se vuelve cada vez más competitiva en calidad, además de históricamente en precio”, aclara.
El rubro en el que se desempeña JPS se conoce también con el nombre de “monitoreo de condiciones” y consiste en tomar una serie de mediciones en los equipos de alta criticidad que funcionan en las industrias energética, minera, química, alimenticia y siderúrgica, entre otras.
“El monitoreo de condiciones le permite a la empresa ser más eficiente, ahorrar dinero y anticipar las fallas. Un problema en un motor o un tablero puede representar para una fábrica un gasto de miles, cientos de miles o más dólares. Ahora, dejar de bombear petróleo, de pasar gas o que se te caiga la energía en una ciudad, tiene un costo enorme”, ilustra el director de JPS, quien también integra la Red de Empresarios para el Desarrollo (RED).
Para graficar el tipo de actividad que realizan con su PyME, Mofsovich no duda en apelar a las metáforas sanitarias. La empresa actúa, de acuerdo a él, como los profesionales de la salud que para hacer diagnósticos precisos necesitan de cierto herramental como puede ser un electrocardiógrafo. “Somos el equivalente al médico pero aplicado a los procesos industriales”, asegura.
JPS no solo brinda el servicio de relevamiento de equipos industriales con estas tecnologías importadas de Asia, sino que también capacita sobre su uso y las comercializa. Además, Mofsovich destaca que sellaron “alianzas tecnológicas” con sus socios chinos para atender la creciente demanda de integración de datos que hay en el mundo empresarial.
Según cuenta, al igual que en la vida cotidiana donde en un teléfono celular se acumulan y cruzan un gran número de informaciones personales, hoy en las industrias ocurre lo mismo. “Por ejemplo, yo tengo los datos de cómo vibra una bomba que trabaja inyectando agua en yacimientos y los puedo integrar con los datos de las presiones y los caudales que tiene. De ese modo, se arma un tablero de comando que me dice al instante qué va a pasar con ese equipo”, describe.
Sin embargo, para llegar a acoplar la información de los sistemas que JPS vende con la información de los sistemas de planta que tienen sus clientes, hay que desarrollar un trabajo especial.
“Nosotros generamos proyectos en los que estamos en un ida y vuelta constante con nuestros proveedores chinos para alinear esos datos y que, tecnológicamente, todo funcione bien. No se trata solo de vender un producto, sino de ofrecer un paquete de servicios de mayor alcance con soluciones a medida para nuestros clientes”, remarca.
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