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Programas de formación PyME del CIDEM: un ámbito para ampliar los horizontes mentales y contactos

Egresados y egresadas de los cursos de Innovación y Competitividad y de Desarrollo y Dirección contaron cómo fue su paso por la Universidad, destacaron la dinámica de las capacitaciones, la escucha de los docentes y las alianzas que se generaron entre compañeros.





Rodolfo De Ambrosi asegura que el Programa de Innovación y Competitividad PyME “fue una especie de agrandamiento de la cabeza” que le permitió “abordar los problemas con otro enfoque”.


Él es gerente en Kelube, una firma que fabrica aditivos y lubricantes y que como muchas otras, se mantiene gracias a su estructura micro. Pero según cuenta, su paso por la Universidad le hizo ver que el tamaño de su empresa no era un impedimento para poder crecer.


“Me incentivó para ver que podía aplicar innovación en algunos procesos industriales. Es más, tomé conocimiento del kaizen ahí. Incorporé algunos productos, tuve que llegar a la formulación, conseguir el envasamiento, adaptar la fábrica a todo eso”, relata entusiasmado.


Aunque también descubrió algunas herramientas para el seguimiento de clientes como Costumer Relantionship Management (CRM), con la que pudo lograr una gestión mucho más eficiente. “A veces uno piensa que son recursos tecnológicos que solo los pueden usar Aluar o Toyota y están al alcance de todos. El tema es que si no hay alguien que te explica que eso existe no te enterás”, comparte.


Asimismo, destaca la dinámica de la cursada con docentes rotativos especializados en distintos temas. “Fueron llevando gente del INTI, del CONICET, y permanentemente hacíamos ejercicios de resolución de problemas con dos facilitadoras, que eran muy plásticas para canalizar la heterogeneidad del grupo”, recuerda. De hecho, dice que a diferencia de otras capacitaciones, lo que encontró de diferente en el CIDEM es la predisposición para escuchar las propias necesidades de los estudiantes.


Karina Bertrand, segunda generación al frente de la panadería y confitería Alvear, cursó el mismo programa y subraya como hito la cooperación entre compañeros y el mundo de relaciones que se le abrió.


“Fui recibiendo historias de otros, recorridos de colegas, victorias y derrotas en un país tan complejo como el nuestro. A raíz de esos contactos sigo involucrada con la Universidad y con pares en la Red de Empresarios para el Desarrollo (RED) que hoy está muy activa”, apunta. Como detalla, la RED es una iniciativa que reúne a empresarios y empresarias PyMES y promueve actividades de desarrollo empresarial y proyectos asociativos en articulación con la UNTREF.


Karina explica que su problema era cómo lograr una mayor autonomía dentro de los grupos de trabajo y que tras su experiencia en la Universidad se animó a implementar cambios.




“Todo lo que se hacía era muy dependiente de mi papá, que es quien trabaja en producción, y de mi mamá, en la parte de atención al público. La innovación estuvo puesta en la consolidación de los grupos de trabajo para que con el liderazgo de cada uno de ellos se pudieran obtener los mismos resultados. Es algo bastante difícil de lograr en un rubro tan artesanal como el nuestro”, describe.


Por su parte, Luciano Marsicovetere plantea que haber hecho el Programa en Dirección y Desarrollo PyME fue el empujón que necesitaba para conformar su propia empresa Oxgrips, dedicada a la producción de equipamiento para la industria audiovisual. Luciano era un emprendedor, un técnico de cine que fabricaba equipos que operaba en los rodajes.


“Fueron muchos años de hacer las dos cosas en paralelo. No iba para adelante, me costaba entender la mirada empresarial. Hacer el curso me ubicó más en lo formal, me abrió la cabeza en cuestiones más operativas. A la hora de pensar en la producción y el desarrollo me sirvió un montón, y también para armar la grilla de proveedores. Pensar, por ejemplo, que mis proveedores tenían que estar estratégicamente cerca”, indica.


Luciano coincide en la importancia de conectarse con los pares. “No me imagino el desarrollo si no hubiese estado ese factor. Tener una red de colegas ayuda y mejora muchísimo las cosas. Es clave para la información. Algunos me ayudaron a conseguir datos que tal vez a mí me hubiese llevado años desarrollar”, ilustra.


Constanza Álvarez, dueña de Especiera Caseros, afirma que el Programa de Dirección y Desarrollo transformó su perspectiva sobre cómo manejar una pequeña empresa familiar.


“Cambió mi mentalidad. Desde los inicios nuestra PyME siempre había funcionado como una unipersonal dirigida por mi padre. Esto limitaba muchísimo mi visión sobre el negocio y también la restringía a los métodos y formas tan arraigadas por más de 35 años. He podido desarrollar nuevos lineamientos de procesos operativos y protocolos”, enfatiza.


Como los demás, valora los docentes con los que se encontró y su capacidad para construir conocimiento colectivo partiendo de las vivencias personales.


“El cuerpo docente me pareció sumamente profesional, gente con mucha experiencia y calidad humana, todos escucharon atentamente nuestras inquietudes y experiencias. Siempre hemos encontrado propuestas para resolver situaciones, y muchas veces contención y empatía”, señala.




Finalmente remarca que el curso fue un espacio diverso y de vinculación muy fuerte. “Recomiendo este programa sin dudarlo, confíen en los profesionales y en el equipo. No importa la edad que tengan, si tienen estudios previos o no. Esta experiencia es una motivación hacia el crecimiento, la mejora, un estímulo para desarrollarse profesionalmente, construir diálogo con colegas y tender puentes”, agrega.


Ambas capacitaciones se abrirán para el segundo cuatrimestre de 2022. Para más detalles sobre sus objetivos, destinatarios, contenidos, requisitos de admisión y duración escribir a cidem@untref.edu.ar o clickeá en Programa de Innovación y Competitividad PyME o Programa de Dirección y Desarrollo PyME.



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