Autora: Romina Moroni[1] en Ecodiseño,Economía,Macroubicacion,Pymes y empresas familiares.
Se puede definir industria como toda aquella actividad destinada a transformar materias primas en productos para el consumo. Para llevar adelante los procesos productivos, se debe disponer de trabajo y capital. También se requerirán recursos energéticos, que resultan fundamentales para poder realizar el proceso, aunque no participen de manera totalmente directa en la transformación de los materiales.
Cuando de niños nos hablaban de industria, era sencillo imaginar una gran fábrica, y humo saliendo de sus ventilaciones. Incluso si buscamos en Google ilustraciones de industrias, nos arroja muchas imágenes de estas características.
Por lo expuesto, es natural asociar la palabra ‘Industria’ con la emisión de gases, la contaminación sonora, grandes cantidades de desechos y, en definitiva, un gran impacto para el ambiente.
Ahora bien, sabemos que existen en nuestro país cerca de 400 parques o polos industriales, que albergan aproximadamente a 8000 empresas. Pensado en éstos términos, el impacto para el ambiente es muy grande, aunque justamente, parte de los objetivos de los parques industriales es hacer un uso más eficiente de recursos, ya que son justamente, ubicados en espacios especialmente planificados y diseñados para la radicación de industrias, respetando las particularidades regionales. Esto permite que la huella en el ambiente se reduzca parcialmente, pero sigue resultando insuficiente.
Una posible solución podría estar en los parques Eco-Industriales o Eco-Parques. Este tipo de predios suman en ellos todas las ventajas esperadas por las empresas de los parques industriales tradicionales, a saber: economías de aglomeración, mejores condiciones de ubicación, infraestructura y servicios, beneficios en cuanto a los costos, como así también, exenciones impositivas o preferencias en cuanto a licitaciones públicas y una administración adecuada para su operación; y , adicionalmente, su prefijo “Eco” nos deja ver que también contemplan ventajas y mejoras en términos de uso de recursos y contaminación del ambiente.
La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), agencia especializada en la promoción del desarrollo industrial sostenible para la reducción de la pobreza, la globalización inclusiva y la sostenibilidad ambiental, ha lanzado en 2017 el “Manual de Implementación para Parques Eco-Industriales” con el objetivo de incorporar y ampliar la implementación de la eficiencia de recursos y producción más limpia por parte de las empresas y los gobiernos para contribuir a la producción y el consumo sostenible.
De acuerdo con lo presentado en dicho manual, algunos de los beneficios propios asociados a la implementación de predios de éstas características están vinculados a:
Reducción de costos operativos y mejoramiento de la productividad
Ecologizar la oferta y las cadenas de valor
Mitigación del cambio climático
Mejorar la seguridad de suministro de los recursos, la gestión y eficiencia (materiales, agua, y energía)
Reducción de riesgos de negocio, al reconocer que los riesgos ambientales y sociales son riesgos económicos
Abordar temas sociales y ambientales relevantes para las comunidades locales y los gobiernos.
Esto también se encuentra alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en 2015, de los cuales hemos hablado en un post anterior.
Cabe aclarar que es posible poner en práctica el concepto de parque eco-industrial en parques industriales existentes, mediante una adecuada planificación e implementación.
En Argentina, los predios de éstas características son muy pocos, y el pionero, tanto en nuestro país, como en el resto de Latinoamérica fue el Eco Parque Industrial Córdoba (EPIC), con 80 hectáreas y 150 lotes de 2.500 metros cuadrados cada uno, que se encuentra operando desde el año 2015, ofreciendo a las empresas alojadas allí, gestión de residuos, uso racional de la energía, como así también, generación de energías alternativas y, como frutilla del postre, ‘sinergia industrial’, a través de cadenas de valor mejoradas mediante la integración de empresas y la generación de una economía circular.
[1] Romina Moroni: Licenciada en Administración de Empresas, actualmente forma parte de CIDEM (UNTREF)
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