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Diego Bercovich

Comprendiendo los flujos económicos de la Empresa Familiar (I)


Parece normal que todo aquel miembro de la Familia Empresaria que haya invertido tiempo, dinero o ambos en la Empresa reciba a cambio una compensación económica.

Sencillo, ¿no? Lo que ocurre es que en la Empresa Familiar se añaden complejidades que hay que gestionar. Además estas complejidades crecen de forma exponencial con el paso de las generaciones y la propia evolución de la empresa a lo largo de los años.

Tenemos que entender las dinámicas que se generan en la empresa y en la familia para poder acertar en las medidas que debemos poner en práctica. No se trata solo de gestionar financieramente, hay que gestionar lo más difícil: las expectativas personales y las relaciones establecidas entre los distintos miembros de la familia.

Difícil, sí, pero no imposible ni mucho menos. Lo primero que debes hacer es entender que alrededor de una Empresa Familiar se va constituyendo un sistema formado por tres componentes principales: la empresa, la familia y el patrimonio.

¿Qué es un sistema Familia Empresa Patrimonio o FEP?

Empezamos teniendo una empresa y por supuesto una, o varias, familias. Las cosas nos marchan bien y nuestro trabajo empieza a generar un patrimonio.

Al principio casi no es establecen diferencias entres estas tres variables pero a medida que pasa el tiempo la complejidad aumenta de distintas formas:

● la empresa gana tamaño y tiene entre su personal tanto miembros de la familia como personas ajenas a la misma.

● la familia crece y sus necesidades también.

● el patrimonio se hace más complejo y va reclamando una gestión independiente que lo optimice.

Hasta ahora hemos hablado de un sistema y de cómo sus variables se van haciendo más complejas pero hay algo más y es las relaciones entre esas variables. Estas se van estableciendo entre los distintos componentes y crecen muy rápidamente.

Veamos el panorama completo

La empresa se ha profesionalizado y cuenta con sus órganos de gobierno, el patrimonio se ha estructurado en sub-componentes y la familia por supuesto tiene sus correspondientes grupos familiares o unidades de convivencia. Se establecen flujos económicos entre todas estas variables que cuentan con diferentes expectativas de cómo deben funcionar estos flujos.

Entender y gestionar estas expectativas es el arte del que vamos a hablar en esta serie de artículos. Primero trataremos de entender todos los flujos económicos que se generan en el sistema para después entrar en las políticas que se pueden utilizar para una gestión efectiva.

Flujos económicos desde la Empresa familiar hacia la familia

Entendemos aquí el flujo económico por el proceso que ocurre cuando el dinero cambia de manos, además hablamos de empresas familiares así que nos centramos en aquellos que afectan a los miembros de la familia o a su patrimonio.

Los principales flujos económicos desde la empresa hacia la familia son tres:

1. La compensación por trabajar

Los miembros de la familia que trabajan en la empresa reciben una compensación por su trabajo, esta puede tomar diversas formas aunque suele estar compuesta por una remuneración fija, una remuneración variable y unos beneficios cuantificables como pueden ser el seguro médico o gastos de movilidad.

El problema suele consistir en establecer una política de compensación equitativa entre los distintos miembros de la familia y competitiva con el mercado en el que se mueve la empresa. Entraremos en ello cuando hablemos de las políticas a implantar.

2. Los honorarios por dirigir

Dependiendo del tamaño de la empresa, el Consejo de Administración o Directorio puede ser retribuido. Estas labores de dirección son distintas a las del punto anterior aunque se puede dar el caso en que un miembro de la familia ocupe un puesto de trabajo y además un puesto en el Directorio.

Si la pertenencia al Consejo o Directorio está retribuida, la transparencia y comunicación en las políticas de remuneración empezarán a ser importantes para evitar percepciones erróneas en otros miembros de la familia.

Se deberá establecer claramente qué parte de la retribución es por el trabajo en la empresa y que parte por las labores de dirección en el Directorio.

3. Los dividendos por ser accionista

La empresa genera beneficios (utilidades) y estos se invierten para financiar su crecimiento, actualización, expansión, etc.

Los accionistas además esperan que parte de los beneficios se distribuyan entre ellos de acuerdo con su participación en el riesgo mediante el reparto de dividendos siguiendo una periodicidad y una fórmula determinadas.

Esto se hace más común cuando existen accionistas que tienen capital invertido en la Empresa pero no trabajan ni participan en la dirección de la empresa.

Al principio es común que estos flujos no existan como tales, en los inicios de la empresa familiar el dinero suele simplemente salir de caja en función de las necesidades de las unidades familiares y se va “anotando”.

Este tipo de criterios pueden ser funcionales en algún momento pero rápidamente dejan de serlo para tomar la forma de los flujos que hemos descrito.

En el próximo artículo entraremos en los flujos económicos que se originan desde el patrimonio hacia la familia.


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